El proceso de elaboración La tradición
El elevado nivel del aceite de pipas de calabaza estirio IGP se lo debe en parte a la gente y su “savoir faire” y a sus tradiciones. Los agricultores locales de calabaza producen este “oro negro” desde hace generaciones y es por ello que conocen mejor que nadie todos los detalles y secretos de la producción del aceite de semillas. Cultivan un vivo intercambio de ideas, utilizan para su elaboración exclusivamente pipas de calabaza locales y rechazan rotundamente la importación de semillas de otras regiones y partes del mundo. A la hora del prensado confían en los conocimientos heredados, aplican los mismos principios y métodos de siempre y es únicamente en el aspecto tecnológico en los que se van adaptando a los tiempos que actuales.

El proceso de elaboración del aceite

Que las barrigudas semillas de color verde oscuro ya estén secas y maduras es condición imprescindible para la obtención de un aceite estirio de primera calidad IGP. Si es necesario también se prensan frescas. Para un litro de aceite de pipas de calabaza se necesitan entre 2,5 y 3 kilos de pipas sin cáscara.

Para el prensado primero se muelen las pipas, se forma una pasta a la que se añade sal y agua y finalmente se tuestan con mucho cuidado. En este paso solo cuenta la experiencia del maestro prensador ya que solo él es quien decide cuándo debe terminarse el proceso de tostado e iniciarse el prensado. En tiempos pasados este proceso se acometía con la ayuda de un ingenio de madera (denominado “la vaca de madera”) en el que se metía la pasta tostada enrollada en un lienzo entre dos cuñas para sacar el aceite a golpe de martillo de madera, lo que exigía mucha fuerza. Hoy en día los molineros tienen a su disposición tecnología más moderna que facilitan el trabajo y hacen el prensado más efectivo.

Para terminar el proceso, se deja reposar varios días el aceite recién prensado en recipientes adecuados  para que pose los residuos y partículas en suspensión que todavía pudiera contener. Sólo después se embotella y llega a los estantes de mercados nacionales e internacionales.

Según esta filosofía tradicional los productores locales le otorgan a su aceite una altísima calidad, un carácter y carisma únicos. Este esmerado proceso de elaboración junto a los procedimientos tradicionales de tostado garantizan un producto de calidad inconfundible y 100% natural. Esto es lo maravilloso del Aceite de Pipas de Calabaza Estiro IGP.
“la vaca de madera”
Turtó de aceite de pipas de calabaza
Turtó de aceite de pipas de calabaza
Valioso subproducto
Durante la elaboración del aceite de pipas de calabaza se prensan aproximadamente un 90% de las grasas contenidas en la masa de pipas ya preparada; la proteína, las fibras y el resto de la grasa quedan posadas en el turtó.
En la actualidad este valioso subproducto se utiliza en primera línea como alimento animal o para la producción de aceites para aliños. Agricultores emprendedores ya han descubierto las ventajas del turtó para consumo propio. Precisamente hoy en día con las costumbres alimenticias vegetarianas y veganas el turtó podría ser una alternativa en el menú cotidiano, además de invitar a ser creativo en su uso, todavía por descubrir.
Cualidades sensoriales
Usos en la cocina
Su adquisición
Almacenamiento
Fotocredit: Stefan Kristoferitsch und Pixelmaker.at (Pressvorgang)