El aceite de pipas de calabaza IGP es un auténtico regalo de la naturaleza. Es una especialidad con la garantía de que no ha sido modificado, sin incorporación de otros aceites y sin colorantes, ni aromatizantes ni conservantes. Ese carácter característico y único de nuestra región lo recibe de las tierras en la que crece la calabaza de aceite estiria.
A parte de la tierra, es también de suma importancia el clima soleado del Sur y Este de Austria, requisito imprescindible para la calidad del aceite. Los cambios entre las temperaturas diurnas y nocturnas y los otoños soleados favorecen el crecimiento de las mejores semillas de calabaza. Esa especial constelación de tierra y clima garantiza año tras año una calidad inigualable: la pipa barriguda y de color verde oscuro le da al aceite de pipas de calabaza IGP ese excelente sabor y ese característico matiz verde oscuro con reflejos rojizos.
La pipa de calabaza sin cáscara
La planta de la calabaza (cucurbitácea) pertenece a una de las plantas más cultivadas y antiguas del mundo. Los primeros cultivos tuvieron lugar del sur de México y los estudiosos datan los primeros hallazgos entre 10.700 y 9.200 a.C. Probablemente no fue hasta después del descubrimiento de América que la planta llegó a Europa. Un dato importante es que las pipas de calabaza tenían cáscara, lo que es propio a todas las curcubitáceas. Lo que no impidió que ya en el siglo XVIII se sacara aceite de pipas de calabaza de estas pipas con cáscara.
No es hasta el siglo XIX que encontramos la mutación sin cáscara en las calabazas plantadas para extracción de aceite, la hoy conocida como calabaza de aceite estiria (Cucurbita pepo var. styriaca). Esa mutación natural de la semilla facilitó esencialmente a los campesinos la extracción del aceite ya que hasta ese momento las semillas debían ser peladas manualmente y con mucho esfuerzo.
Entretanto, podemos mirar atrás en los siglos en el proceso de elaboración del aceite de pipas de calabaza y enriquecernos de la experiencia y procesamiento de las barrigudas y verde oscuras pipas de calabaza sin cáscara.
La materia prima
Las regiones austriacas
Hoy en día la calabaza de aceite se cultiva básicamente en Estiria y en algunas regiones del Este de Austria. Pero también se está cultivando la calabaza sin cáscara en regiones limítrofes como por ejemplo en Eslovenia, Hungría y otros países del Este de Europa. Pero es en las regiones austriacas donde la calabaza de aceite encuentra todas las condiciones fundamentales, es por ese motivo que hasta hoy el aceite de pipas de calabaza estirio IGP destaca por encima de otros aceites de pipa de calabaza.
La semilla de calabaza
En el periodo comprendido entre finales de abril y principios de mayo tiene lugar la siembra de las semillas de calabaza. Ésta se realiza en línea, dejando un espacio entre cada plantón para facilitar el trabajo mecánico. La cosecha tendrá lugar entre mediados de septiembre y mediados de octubre, dependiendo de las condiciones climatológicas, ésta se hace mayormente de manera mecánica. Únicamente en casos aislados y cada vez más raros se cosecha manualmente, siendo éste un trabajo lento y laborioso: se parten las calabazas por la mitad y se separan a mano las semillas de la pulpa. Tras la recolección las pipas se lavan y liberan de restos de cáscara y pulpa y se secan para su almacenaje.
un espacio entre cada plantón para facilitar el trabajo mecánico
Fotocredits: Stefan Kristoferitsch; Jörg Böthling
